Quizá sea un poco loco que empiece un escritorio de esta manera, pero es lo que está sucediendo en este momento detrás de la pantalla de mi celular, estoy burlándome de mi misma y de mi particular forma de ver la vida.
Hace unos minutos se terminó una película de Disney , la cual estaba viéndose mi hermana hasta que se quedó dormida y terminé siendo yo, quien se vio el film hasta el final.
Me causa gracia el percatarme de que para mi edad, aun creo en historias de amor, de príncipes y princesas, a pesar que en mi país, principalmente a los jóvenes no les agrade mucho ese concepto, aquí tenemos muchos “Machos" y chicas frías.
Pero que puedo hacer ? Así soy, yo creo en historias de amor que superan obstáculos, amores verdaderos que independiente al tiempo y la distancia buscan mantener la llama encendida y principalmente en aquellas historias que al final siempre terminan con “y vivieron felices para siempre"
Soy sincera, este escrito es un poco rosa y cursi, no es muy común en mi hacerlo, siempre hablo de desamor, penas y dolores... y todo porque en los momentos que se me da por escribir estoy pasando por una racha de esas, en las que necesito desahogarme y sólo consigo hacerlo con un lápiz y un papel.
Siendo honesta a veces me deprimo al seguir esperando que llegue el príncipe azul... O el rojo... o el Amarillo, pero es que no se acerca ni siquiera el negro o algún otro Príncipe de la paleta de colores. Y Eso me entristece.
Yo veo en los chicos un potencial Príncipe azul, y aunque suene un poco ingenuo, viniendo de una mujer ya adulta( casi adulta para algunos de los que me rodean) creo que cada uno ve la vida dependiendo de cómo le haya tratado y lo que guarde en su corazón, Lo que hay en el mio, “a mi parecer", es lo que hay en el corazón de los demás. Algunos de mis amigos opinan que es un error pensar así, pero no puedo imaginar la maldad en el corazón de las demás personas porque yo no busco hacerle daño a nadie.
Mi vida no ha sido mala, en realidad he sido muy bendecida, muy por encima de las dificultades, he recibido amor de mi mamá en una doble ración ya que mi papá jamás se ha molestado en quererme.
Mis hermanos por encima de lo que joden, son los únicos que por años me han aguantado y me quieren con todos los defectos que la gente de la calle aun no conoce.
En cuanto a mis relaciones amorosas, me ha ido como pelea de perros, yo me pregunto si a Cupido en verdad ama lo que hace o sólo dispara flechas porque le toca.
Les aseguro que si escribiera un libro sobre mis amores platónicos, me faltarían hojas para terminarlo, y no es que me la haya pasado besando a cualquier sapo por ahí, no, no es eso, la verdad he evitado mal gastar mis labios en bocas promiscuas que ni siquiera se detienen a degustar el sabor de mis labios, que por años han sido guardados para alguien especial. Pero me Han gustado tantos chicos(sin ellos saberlo) que si hiciera una lista, no habrían más nombres para escribir.
Me he imaginado historia de amor por montón con sólo mirar sus ojos, mejor dicho sus labios, ( los labios son mi talón de Aquiles) que si fuera guionista tuviera todo el mundo del espectáculo lleno de mis películas.
Pero cuando vuelvo a la realidad, los colores de mi mundo de fantasía quedan reducidos a sombras.
Pasaron los años y fue mermando un poco esa idea rosa del amor, principalmente luego de besar uno que otro sapo, caí en cuenta, que jamás se convertirían en príncipes,así que buscando mi propia historia decidí que me convertiría en rana para quedar a la par( como lo que le pasó a Tiana, de la princesa y el sapo, clásico de Disney) se dan cuenta? Aún no he madurado esa parte, soy amante a las películas de Disney y a los dibujos animados.
Hasta que un día dije, “No más" no volveré a rebajarme, no es cierto que debo conformarme con menos de lo que merezco.
NO tengo por que esperar que un sapo se convierta en Príncipe, porque él ya debe serlo, es mas, ni siquiera deseo que sea azul, prefiero un rojo vivo que haya escondido todos sus encantos para cuando por fin yo lo encuentre.
Sé que me enamoraré de su caballerosidad y de su pasión desenfrenada.
De su pulcro vocabulario y la forma tan sutil de cortejar.
De sus manos suaves pero fuertes, siempre dispuestas a acariciar .
De sus labios rosa que pronuncien palabras que despierten en mi, tanto fuego de noche como ternura en el día .
De su cuerpo fornido como de su inteligencia.
Yo no busco un príncipe convencional, espero a uno que crea en Dios, que esté lleno de fe, de esperanzas y sueños, que busqué que nuestra historia no termine, sino que al pasar las páginas siempre al pie se lea: un “Continuará"
Que en el día las mujeres me envidien y en la noche, mucho más.
Que le guste la adrenalina, y me inyecte de ella todos los días.
Que le gusten las motos y también que sepa cantar.
Que piense en el futuro pero que viva el presente como si no hubiera más.
Aun guardo mi fe, yo quiero un príncipe, pero no uno convencional.
Las princesas esperan...
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